Cinco Hermanos

En una iglesia abandonada, acababa de ocurrir una tragedia. El cuerpo del viejo señor Gao yacía pacíficamente en su ataúd, mientras sus cinco hijos yacían muertos en un gran altar. A cada cuerpo le faltaba una parte cuidadosamente cortada: al mayor le faltaba la cabeza, al segundo le faltaban el pecho y las manos, al tercero le faltaba el abdomen, al cuarto le faltaba el muslo y al quinto le faltaba la pantorrilla. El único heredero superviviente de la familia Gao, el hijo que había muerto de vejez, también estaba en la escena. Le dijo con miedo al oficial: 'Querían resucitar al abuelo, pero en su lugar invocaron a un demonio, y el demonio los mató a todos'.